La música es el arte mediante el cual se expresan sentimientos, pensamientos e ideas. La música tiene las funciones de comunicar, entender y ambientar. Es por todo esto que se convierte en indispensable para el cine.
El cine funciona en un constante paralelismo entre el sonido y la imagen, y la primera se vuelve vital para poder entender la segunda. Es por esto que la música compuesta para el cine tiene sus propias características, distintas a la de otro tipo de partitura musical.
Componer específicamente una partitura para cine, a fin de crear sentimientos y acentuar atmósferas, es siempre una labor que exige sensibilidad y talento. Acoplar la música a las imágenes requiere una capacidad muy especial por parte del creador para interiorizar las emociones que el realizador pretende provocar en determinados momentos del argumento cinematográfico.
La banda sonora de un filme tiene que reforzar, con sus efectos, las intenciones de cada secuencia, sea con orquestaciones, con ritmos diferentes o incluso con el recurso de los silencios. Esa es la clave para que la simbiosis sea eficaz.
Estas son las cosas que nos hacen decir “música para ver y cine para escuchar”.
Federico Di Giovanni
4/11/08
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